Intro al Wayismo. Episodio 9: Cultivando la compasión, la sabiduría y el crestotes (que es bondad amorosa y útil)

Episodio 9: Cultivando la compasión, la sabiduría y el crestotes (que es bondad amorosa y útil)

Bienvenidos al Episodio 9 de 11 en nuestra serie de podcasts, Una Visión General del Wayismo. En el episodio de hoy, exploraremos el cultivo de la compasión, la sabiduría y el crestotes -- las cualidades esenciales que yacen en el corazón del camino Wayista.

 

En las enseñanzas Wayistas, estas tres cualidades son vistas como las expresiones naturales de nuestra verdadera naturaleza espiritual. No son simplemente virtudes que deben adquirirse, sino más bien las cualidades inherentes del espíritu, esperando ser descubiertas y encarnadas, y utilizadas para reprogramar las tres mentes del alma con el fin de santificarlas.

 

Los seres espirituales son deidades inmortales, y estamos evolucionando hacia ese estado de ser. Los seres espirituales, a diferencia de los dioses de las personas-alma, son por naturaleza benignos, humildes, simples, serviciales y amables. Son por naturaleza trabajadores de energía magníficamente poderosos con habilidades para manipular las energías de cualquiera de los tres dominios de energía. Sin embargo, confían en los mecanismos de las leyes metafísicas de elCAMINO que gobiernan la creación. Las Leyes del Karma, por ejemplo. A modo de acotación, conviene saber que el karma no es ni castigo ni recompensa, sino que regula nuestra evolución en el camino y nos ayuda a obtener todas las oportunidades de aprendizaje que necesitamos para graduarnos.

 

La Ley del Dharma nos ayuda a crear sabiduría a partir de nuestras experiencias. Construye sabiduría capa por capa, y cada vez heredamos un código moral inherente correspondiente, un código moral personal e íntimo basado en el crecimiento y la sabiduría de nuestra alma. Las personas sabias no necesitan leyes ni amenazas de castigo que les impidan hacer el mal.

 

Y es por eso que las deidades espirituales nunca interferirán en la sociedad humana -- hay leyes metafísicas para cuidar de ello. Las personas que rezan a su dios para que ayude a su equipo a ganar un juego o una elección, o para que el huracán se mueva a la casa de un vecino en lugar de la suya, no se están dirigiendo a deidades espirituales. Estamos aprendiendo a convertirnos en confiados de los procesos naturales gobernados por leyes naturales y metafísicas. Estamos aprendiendo a aceptar lo que no podemos cambiar y a convertirnos en la mejor persona posible, en las circunstancias.

Estamos aprendiendo a confiar en los procesos naturales regidos por leyes naturales y metafísicas. Estamos aprendiendo a aceptar lo que no podemos cambiar y a convertirnos en la mejor persona posible, en las circunstancias. Estamos aprendiendo a orar para recibir orientación y a adquirir habilidades espirituales de autoconocimiento, autocuración y autocreación. Aprendemos a orar y a escuchar. No oramos como las religiones, exigiendo o instruyendo, o recordando a una deidad que alguien necesita ayuda. No, nuestro respeto por las deidades es demasiado alto como para participar en ese tipo de comportamiento.

 

Cada vida es diferente, en un cuerpo humano diferente y un contexto cultural diferente. Estamos aprendiendo que este momento exacto, ahora, es la única realidad con la que debemos preocuparnos y usar nuestra Actitud para hacer que su energía sea buena y saludable. Estamos aprendiendo que la vida no es justa, que la justicia es injusta, y que las personas no son iguales y nunca lo serán. Estamos aprendiendo a ver la vida, y abordar la vida, desde el punto de vista de un espíritu inmortal.

 

La compasión, en el entendimiento Wayista, es la capacidad de empatizar con el sufrimiento de los demás y responder con cuidado y amabilidad. Surge del reconocimiento de nuestra interconexión fundamental -- la comprensión de que la felicidad y el bienestar de los demás están íntimamente ligados a los nuestros.

 

A medida que caminamos por el sendero de la evolución espiritual, se nos invita a cultivar la compasión a través de prácticas como la meditación de bondad amorosa, el servicio a los demás y el constante recordatorio de nuestra humanidad compartida. Al abrir nuestros corazones a las alegrías y penas de todos los seres, gradualmente expandimos nuestro círculo de preocupación y desarrollamos una visión del mundo más inclusiva y compasiva.

 

La sabiduría, en la tradición Wayista, se refiere a la comprensión profunda e intuitiva de la naturaleza de la realidad que surge de la percepción espiritual directa. No es meramente conocimiento intelectual, sino más bien un conocimiento profundo y encarnado que transforma toda nuestra perspectiva sobre la vida.

 

Cultivar la sabiduría implica prácticas como la auto-indagación, la contemplación y el estudio de las enseñanzas espirituales. También requiere una disposición a cuestionar nuestras suposiciones, a dejar ir creencias y conceptos limitantes, y a abrirnos a nuevas posibilidades de comprensión.

 

Un dicho Wayista milenario es: "Sé dueño de tu propia mente, porque si no lo eres, alguien más lo será".

 

A medida que crecemos en sabiduría, comenzamos a ver el mundo a través de los ojos de la claridad y el discernimiento. Desarrollamos la capacidad de responder a los desafíos de la vida con gracia, resiliencia y una profunda confianza en el despliegue de elCAMINO.

 

El crestotes, un término griego que puede traducirse como "bondad amorosa y útil", es quizás la más distintiva de las cualidades Wayistas. Se refiere a la expresión activa y comprometida de la compasión y la sabiduría al servicio de los demás.

 

El crestotes implica más que solo un sentimiento de empatía o preocupación -- es una acción comprometida y hábil que busca aliviar el sufrimiento y promover el bienestar de la manera más apropiada y efectiva. Requiere una aguda comprensión de las necesidades de los demás, así como la sabiduría para saber cómo satisfacer mejor esas necesidades.

 

Cultivar el crestotes implica una atención constante a las oportunidades de bondad y servicio que surgen en nuestras vidas diarias. Significa estar dispuestos a ofrecer nuestro tiempo, energía y recursos en apoyo de los demás, sin expectativa de recompensa o reconocimiento. La habilidad de sabiduría del crestotes nos prepara para saber cuándo no ayudar es la mejor ayuda, y para saber cuándo la ayuda interfiere con el karma de alguien o el aprendizaje necesario de la sabiduría de enfrentar las consecuencias. El crestotes es una de las habilidades espirituales más desafiantes de adquirir. Comienza temprano, porque toma varias vidas dominarlo.

 

A medida que encarnamos el crestotes más plenamente, nos convertimos en una expresión viva del amor divino y la sabiduría que fluye a través de toda la existencia. Nos convertimos en una presencia sanadora en el mundo, una fuerza para la transformación positiva y el despertar.

 

Juntas, estas tres cualidades -- compasión, sabiduría y crestotes -- forman la base del camino Wayista. Al cultivarlas en nuestras propias vidas, no solo aceleramos nuestra propia evolución espiritual, sino que también contribuimos a la evolución de la conciencia espiritual de todos aquellos con quienes entramos en contacto.

 

Los Wayistas han producido libros y otros materiales sobre los temas discutidos aquí. Hay un libro electrónico en línea con el texto de este podcast. La comunidad en línea en Wayist.Life también tiene más información sobre estos hermosos elementos del estilo de vida.

 

En nuestro próximo episodio, exploraremos los principios de autenticidad, simplicidad y la práctica del Udbhu-kanti en la espiritualidad Wayista. Hasta entonces, que tu camino esté lleno de compasión, sabiduría y bondad amorosa cada vez más profundas.